“Perfectionism is just fear in fancy shoes and a mink coat»
Elizabeth Gilbert

 

Si te dedicas a la escritura, seguramente ya te has topado alguna vez con el famoso bloqueo del escritor. Esa desagradable sensación de que por más que lo deseas, no te fluyen las ideas, y las que fluyen, no te parecen buenas. Y cuando se pone aún peor, sientes ganas de tirar todo el borrador a la basura y comenzar de nuevo.

Cuando eso sucede y uno es un escritor novato, o casi, suele ser una fuente de preocupación y estrés. Las dudas te asaltan: «¿Y si ya no me llegan buenas ideas nunca jamás?», » ¿Y si todo lo que se me ocurre es una basura?», «¿Qué voy a hacer?» Y es entonces cuando te conviertes en una víctima más del síndrome del impostor. Crees que todo está perdido y que tu incipiente carrera en el mundo editorial está al borde del abismo.
Pues en mi breve experiencia en el mundo escritoril, he aprendido que lo primero que hay que hacer es calmarnos. Todo tiene solución, y la creatividad volverá a nosotros, tarde o temprano. Pero para que sea más temprano que tarde, hay algunas estrategias que pueden ayudarnos a retomar el buen camino lo más rápido posible.

¿Por qué tienes un bloqueo creativo?

Para empezar, creo es importante establecer el por qué del bloqueo. Con frecuencia se debe a que nos hemos desconectado de una u otra forma de la escritura, y poco tiene que ver con tu verdadera capacidad para continuar escribiendo tu historia.
A veces dejamos unos días de escribir a causa de otras actividades cotidianas, y eso basta para generar una desconexión. En otras ocasiones, la desconexión llega primero, y entonces comenzamos a procrastinar dedicando nuestro tiempo de ocio a ver series en Netflix, esperando que la musa vuelva a nosotros para retomar la escritura.
El problema es que es muy difícil que la musa te encuentre viendo televisión. Lo mejor es ponerte a escribir, lo que sea, pero escribir, para maximizar las posibilidades de retomar la inspiración.
Otras causas pueden ser cansancio extremo, o incluso problemas personales que no dejan lugar mental para que te enfoques en escribir. Si son cuestiones personales, entonces tal vez sea mejor que no te presiones y esperes a un mejor momento. Sin embargo, también podría serte de utilidad utilizar la escritura como catarsis. En cuanto al cansancio, es esencial dormir bien para que tu cerebro esté al 100%, y por lo tanto, tu creatividad se haga presente.
Sea cual sea la causa, aquí propongo algunas soluciones que he aplicado contra el bloqueo, y que sin duda me están dando resultados.

Haz ejercicios con «disparadores»

Los disparadores son de una gran utilidad para combatir el bloqueo creativo. Existen libros enteros dedicados a este tipo de ejercicios, y también diversos sitios web en los que puedes encontrarlos. Uno de mis favoritos es el sitio de Gabriella Literaria, ya que además de ofrecer gran cantidad de consejos e información de todo lo relacionado con el oficio de escribir, también sugiere ejercicios para combatir el bloqueo creativo.
También puedes crear tus propios «disparadores», retos o ejercicios de escritura. Las opciones son infinitas, puedes desde tomar un libro cualquiera, elegir palabras al asar e idear un texto con ellas, hasta salir a la calle, observar tu entorno e imaginar las historias detrás de todo, y mejor aún si imaginas lo más raro e inusual que puedas.
Si ves pasar a una persona taciturna… ¿Qué crees que lleva en su bolso? ¿Qué tal unas píldoras con las que piensa suicidarse? ¿A dónde va? ¿Va a volver? ¿En qué va pensando? ¿Qué secretos esconde?
Las posibilidades son tan extensas como tu imaginación te lo permita.

Escribir no ficción

Pueden ser artículos para tu blog, o cualquier tipo de texto que te sirva para practicar la construcción de enunciados y párrafos. Aunque el tema no sea creativo, sí pones a trabajar a tu cerebro, cuando menos te des cuenta, tu «chip» creativo estará reactivado.

Copia fragmentos de tus libros favoritos

A veces, simplemente no fluyen las palabras. Puede ser que tengas una idea de por dónde va la escena, pero no te gusta la forma en que estás describiendo los hechos. O puede ser que esa parte de la historia en particular, quieras desarrollarla a un nivel técnico más trabajado. Sea cual sea la razón, es un hecho que copiar fragmentos de libros que te encantan, ya sea por el uso de las palabras o la construcción precisa de las frases, ayudará a tu cerebro a conectar con la escritura más a fondo.
Por supuesto, no se trata de «fusilarse» ideas o frases y usarlas en tu escrito, sólo se trata de «aflojar los dedos» y las ideas.

Contacta con el gremio

Muchos escritores tienen la fortuna de conocer en la vida real a muchas personas del sector, o de tener amigos y familiares aficionados a los libros, pero otros, en especial en el rubro de la autopublicación, están más solos que la una. Esta falta de un círculo literario en tu vida, puede ocasionar que otras actividades te absorban y te alejen de la escritura. Cuando a mí me sucede, me he dado cuenta que sumergirme en los blogs de consejos de escritura, videos, lecturas, y sobre todo, en interactuar con otras escritor@s en las redes sociales, me ayuda a retomar la rutina de escribir, y la creatividad regresa.
No desaproveches la oportunidad que las redes sociales y las plataformas tecnológicas nos ofrecen hoy en día para poder estar en contacto con personas de todo el mundo, y con información útil e inspiradora para seguir trabajando con entusiasmo y convicción.

Practica la escritura libre

Consiste simplemente en sentarte a escribir lo que te venga a la mente. Entre más ajeno sea a lo que acostumbras, mejor, pues te ayudará a expandir y soltar tu creatividad. Cuando escribimos profesionalmente, estamos tan condicionados a «tener que hacerlo bien porque se va a publicar», que a veces limitamos el flujo creativo. Con la escritura libre no tienes esa presión, pues lo que sea que escribas jamás verá la luz (si no quieres). Aprovecha para soltarte lo más que puedas.

Rompe la rutina

Enriquecer tu vida con nuevas experiencias, colores, lugares, sabores, alimentarán también tus sentidos y tu mente, y esas experiencias nuevas pueden ser materia prima para tu trabajo creativo. Lo ideal sería que agendaras con anticipación salidas y actividades novedosas regulares, para que la rutina cotidiana no te absorba y lo pospongas de forma indefinida (como nos pasa con frecuencia). Haz una lista de todas esas cosas que deseas probar, o lugares que deseas conocer y ponte a ello. Tu escritura te lo agradecerá.

Haz una lista de tus logros y repásala cuando te ataque el síndrome del impostor

Estoy es muy importante para recordarte por qué dedicarte a la escritura es una buena idea. Repasa las mejores reseñas que te han escrito, los premios que has ganado, los fragmentos o textos de los que te sientes más orgullos@, etcétera. Nada mejor que un subidón de autoestima para retomar el buen camino.

Sé constante

Según comenta Stefania Gil, (quien lleva casi 10 años autopublicando con éxito sus novelas) la mejor manera de evitar el bloqueo es escribiendo todos los días. Hacerlo mantiene tu mente conectada con la historia, y sobre todo, con el desarrollo de la misma, es decir, el punto en el que te encuentras.
Porque, por desgracia, bastan unos pocos días sin escribir para perder el hilo de la trama a detalle, lo cual nos obliga a regresar tal vez varios capítulos para poder retomarlo, y puede ser que algunas de las ideas que estaban a punto de aparecer, se pierdan. Necesitas tener a tu cerebro inundado de tu historia, todos los días, para que no olvide que tiene un trabajo por hacer.

Lo más importante: Diviértete escribiendo

A veces nos pasa que al dedicarnos a la escritura de forma profesional, comenzamos a perder poco a poco el puro goce de hacerlo, y se convierte en un trabajo, estresante y demandante. Si bien es cierto que es esencial tomarte la escritura con seriedad y profesionalismo, es también indispensable que disfrutes el proceso.
Si te está sucediendo esto, recuerda qué es lo que te llevó a aficionarte a la escritura en primer lugar, y busca encontrar en ti esa diversión de nuevo. Puede ser suficiente con darle un giro más ameno o imprevisto a la historia en la que estás trabajando, o si por alguna razón estás en una etapa del proceso algo tediosa, entonces date tiempo de escribir algo que te divierta, tal vez historias breves, o anécdotas de tu propia vida, o fragmentos de esa otra obra que planeas escribir después y que la premisa te tiene tan obsesionad@ que no puedes sacártela de la cabeza.
Como comenta Elizabeth Gilbert en su libro Big Magic: El ideal del escritor atormentado es un mito. La escritura, como la vida, es para disfrutarse.
¿Te has sentido blloqueado en la escritura? ¿Cómo has logrado vencer el bloqueo creativo? Te leo en los comentarios.

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